XVCNA: Mejora de la productividad y el principio de incertidumbre

Los dos coordinadores de la Sesión de Mejora de Productividad de la dorada y la lubina, posiblemente la sesión estrella de este XVCNA, Miguel Jover (GABA-UPV) y Francesc Padrós (SDPP-UAB) son socios de ACUIPLUS. No es que este hecho determine la calidad de la sesión, realmente magnífica, pero sí que dice mucho de las dinámicas que nos impulsan. Jordi Comas (DeltaAquaRedes) que participo como experto invitado en este acto, también es socio de nuestro Clúster.

Esta sesión es consecuencia de varios sucesos recientes que parece ser están ayudando a que los puentes entre la industria y la academia empiecen a ser sólidos y que se crucen con cierto habito y sin miedo a qué es lo que nos vamos a encontrar en las dos orillas.

Un primer suceso significativo se produjo en el pasado Aquaculture Europe 2014 en San Sebastián donde Gustavo Larrazábal, en funciones de Presidente de la EATiP sentó las bases del desaliento del sector: “El principal problema de competitividad del sector productor mediterráneo está en la falta de comunicación que existe a nivel sectorial.”

Posteriormente un nuevo encuentro decisivo se produjo durante el acto público de la asamblea general de APROMAR en mayo de este año durante la presentación del REMA (CEMA entonces) y en la que, nuevamente Gustavo Larrazábal, dejó claro el evidente descontento con la aportación que los avances científicos y tecnológicos han tenido en la mejora productiva de la dorada y la lubina, no ahora sino en los últimos 10 años, y que este era el principal motivo por el cual el sector productor impulsaba este proyecto privado y no excluyente, según matizó posteriormente. Creo, sinceramente, que fue un exhorto para que se capitalice adecuadamente el recurso destinado a la acuicultura y que se aproveche de la forma más efectiva. Todo el sector quedó citado en una sesión extraordinaria que se celebraría durante el XVCNA y en el que se invitaría a todos los actores a repasar cuánto de verdad hay en cada una de las dos intervenciones.

El paso día 14 de octubre se celebró esta sesión, por cierto con un extraordinario éxito de público y participación. Se echaba en falta.

Miguel Jover, en su introducción, explicó que es cierto, que el sector apenas si ha presentado progresión significativa en los últimos 10-15 años, los números mandan, pero que son demasiadas las incertidumbres existentes y que el hecho evidente de que las conversiones son peores desde 2010 no es consecuencia de un solo factor. La gestión de la sanidad, el manejo y la tipología de las instalaciones, la calidad del alevín, la emergencia de nuevas patologías, la nutrición y la genética determinan un paquete que se traduce en que se incrementa el coste de producción y desciende el beneficio neto.

Francesc Padrós puso de manifiesto la debilidad de un sistema con poca cooperación, en el sentido más amplio, que adolece de planes que eviten el solapamiento de lotes, con escaso conocimiento del propio estoc, con controles sanitarios oficiales pensados más para cumplir obligaciones administrativas, una falta de sistematización en los protocolos de vacunación que se sustentan en una escasez terapéutica alarmante y sobre todo una falta de agilidad y de visión de un sistema incapaz de autogestionarse.

Jordi Comas fue tajante “la pérdida de eficiencia productiva se aprecia de inmediato”. Es evidente que factores como los escapes, las patologías como consecuencia de la intensificación del cultivo (y su falta de racionalización) y un manejo adecuado son importantes, pero para él todo está condicionado a la calidad del alevín, mucho más importante que el pienso.

Carlos Mazorra (Grupo Tinamenor, S.L.) no eludió la responsabilidad que los criaderos pudieran tener pero fue crítico con el poco esfuerzo realizado por todos para sacar rendimiento a un producto poco diversificado y con nula proyección exportadora. Incidió en que “tenemos un problema de financiación tan grave que impide elevar la inversión en tecnología y que se hace todo lo que se puede, que nadie dude de nuestro compromiso”.

Elena Planas (BioMar Ibérica) ahondó en lo anteriormente presentado por F. Padrós y que las patologías son consecuencia de la intensificación de la producción, que hay que elaborar planes conjuntos y que los retos están en la mejora de la zootecnia y la vacunación.

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Foto: MisPeces (http://www.mispeces.com)

Fernando Sanz (Skretting España, S.A.) introdujo un elemento diferencial al decir que en muchas ocasiones las decisiones técnicas la toma la gerencia y que su falta de decisión puede estar detrás de algunos errores importantes que impactan en el resultado empresarial. Por primera vez la dorada y la lubina son productores netos de proteína y que cada vez se cuenta con un mayor suministro de materias primas que hacen factible una formulación equilibrada, aunque reconoce que el principal objetivo es que “no perjudique”. La algas, los transgénicos y el aprovechamiento de los subproductos de origen animal y humano ya están aquí y que la diversificación de materias no va a parar.

José L. Tejedor (Dibaq Diproteg, S.A.) introdujo la importancia de la alimentación funcional y de las alternativas biológicas como son los GMO’s y las nuevas proteínas. Reflexionó acerca de la viabilidad de estas especies y de lo acertado de su elección. Todo suma y resta.

Finalmente Juan M. Afonso (ULPGC) puso de manifiesto que la mejora genética es parte de la solución ya que permite predecir el futuro, es la capa base sobre la que construir para impulsar la reducción de costes mediante la intercomparación de resultados y la mejora de las conversiones. Eso sí, se requiere una mayor inversión económica de los interesados si es que quieren incrementar sus beneficios.

Estamos convencidos que este problema es transnacional y transespecífico. Así se dijo en la sesión de la EAS2014  y así se ha insistido en Rotterdam 2015: “Production has to be optimised in all aspects, i.e. feeding, efficiency, handling large numbers of individual fish, integrating technology development and careful slaughter”.

En España se producen unas 16KTm de dorada y unas 17KTm de lubina (más o menos el 10,5%) de la producción mediterránea. Su precio medio en primera venta es de 5.45 €/kg para la dorada y 5.79 €/kg para la lubina (Fuente: La acuicultura en España 2015, APROMAR). Redondeando unos 190M€. En esta sesión hemos podido ver, y corroborar por los ponentes, que el 80% del coste de producción es debido a los alevines y el pienso, que pueden llegar a suponer hasta 3,0€, si el resto es el 20% no es difícil calcular que el coste de producción óptimo debería estar en torno a los 3.75€/kg.

Sin entrar en el detalle de los costes adicionales de la actividad, podemos calcular un margen bruto de 1.87€/kg (en un mundo ideal). Si sustraemos 5 céntimos de, digamos, “impuesto para la innovación” o sea un 1.4% del coste de producción y apenas un 0.9% del precio de primera venta, podría generarse una bolsa de 250K€ anuales destinados a solventar algo que impacta en 120M€ de la actividad. Pero si sumamos las industrias transversales, que dedican presupuestos considerables a la R+D y conseguimos alinear, entre todos, los retos por qué no disponer de un presupuesto cuatro veces mayor y no tener que esperar financiación de nadie. O mejor sí y que la administración, por ejemplo, ponga un 1€ por cada € que pone la industria acuícola, cosa habitual en muchos países de nuestro entorno, ya estamos en 2M€ anuales para la investigación. No es imposible, es quererlo. Pero no es cosa de uno solo, es resultado de la cooperación y la hibridación. La innovación es un mecanismo de diferenciación estratégica y este sector debe darse cuenta que hay que correr riesgos más allá de la propia incerteza que genera.

El principio de incertidumbre establece la imposibilidad de que determinados pares de magnitudes físicas sean conocidas con precisión arbitraria.