Esta semana es posible leer un artículo en IPAC donde se analizan, en clave UE, qué es lo que debe priorizarse, tanto respectos a las líneas de investigación como en cuanto a los fondos asignados en acuicultura.
IPAC presenta un resumen de lo que, según ellos, las empresas priorizan, que lo tienen muy claro y que existe una elevada coincidencia. Las empresas quieren que los animales que producen o los que pudieran producir crezcan rápido y de forma saludable, que no padezcan ninguna enfermedad que pueda mermar su capacidad y que esto se aplique a los diferentes estadios del desarrollo y ciclos de producción, y que por supuesto, todo esto tenga un efecto directo en la reducción de los costes de explotación.
En definitiva nutrición y salud pero sin olvidar la eficiencia energética del ciclo completo, estos tres componentes representan casi el 80% del coste de producción.
Y dicen que lo que el sector productor pide es un modelo de investigación más eficiente y realista, por lo tanto que más eficiente y real que el modelo parta de la determinación de las necesidades de las empresas, que sean ellas quienes se reúnan (productores, alimentación, salud y eficiencia energética) y determinen las líneas prioritarias y digan cuánto dinero hay para acometer cada reto y que sea abierto y claro, competitivo y transparente.
Si pensamos en que la única solución a nuestros males está en el dinero público destinado a la I+D+i y esperamos a que así sea, vistas las expectativas del nuevo impulso a la innovación en la acuicultura que se pretende dar desde la Comisión, tal vez lleguemos tarde a esto de la competitividad.
Ha llegado el momento de invertir, mejor juntos, mejor cooperando y mucho mejor implicándose directamente en los centros de investigación, aprovechando todo el extraordinario potencial existente, haciendo que aflore el talento y sobre todo aprovechando los recursos que ya existen.