Cuando el Banco Mundial dedica un esfuerzo tan elevado en elaborar este documento recuperando la esencia de la tan debatida idea de cómo vamos a ser capaces de alimentar a 9.000 millones de personas en el 2050, es que muy probablemente ya han visto el negocio. Hablan de la acuicultura como la industria que debe facilitar la accesibilidad a los productos del mar a los consumidores mundiales, pero sobre todo hacen referencia a la gran necesidad de una elevadísima inversión en la industria, sobre todo en cuanto a nuevas tecnologías seguras, la adaptación de las condiciones locales y mucho compromiso para ayudar al incremento de la demanda que ya tenemos. Que la acuicultura va a juagar un rol esencial nadie lo duda, la principal incógnita está en cómo lo van a hacer cada uno de los principales actores involucrados y cómo van a hacer que esto suceda en cada una de las regiones.
Pero si en todo el documento hay algo que me ha llamado la atención es que hacen referencia a la palabra “oportunidad”. Oportunidad de sentar las bases, de una vez por todas, para un gestión adecuada de nuestros recursos, oportunidad para que muchos países puedan hacer crecer su economía maltrecha y “Matching growing market demand with this private sector interest in reliable and sustainable sourcing presents a major opportunity for developing countries prepared to invest in improved fi sheries management and environmentally sustainable aquaculture. By taking up this opportunity, countries can create jobs, help meet global demand, and achieve their own food security aspirations”. Bueno, es el Banco Mundial, es lo que debe decir.
Para hacer frente a todos estos retos no vale el juego en solitario, es muy poco lo que podrá hacerse, nunca la colaboración ha tenido más sentido.
Veamos como afrontamos estos retos en la próxima gran cita: European Aquaculture 2014 en San Sebatian.